Las
instrucciones de inicio de curso 2016-2017 han establecido una
novedad muy importante en lo que toca a las prácticas coeducativas y
al desarrollo de actuaciones de igualdad y de prevención de
prejuicios, estereotipos y toda forma de violencia de género. La
creación de una figura coordinadora de igualdad y convivencia en los
centros de Educación Infantil de segundo ciclo, de Primaria, de
Secundaria Obligatoria y Bachillerato no puede tomarse sino como una
buena noticia para la promoción de los principios coeducativos y el
fomento de la igualdad de oportunidades real desde la escuela.
En
las respectivas resoluciones para Educación
Infantil y Primaria y para Educación
Secundaria Obligatoria y Bachillerato podéis leer con más
amplitud tanto sobre la creación de estas figuras como acerca de sus
requisitos (se prima ser docente del centro con destino definitivo y
con formación al respecto y tener experiencia en la coordinación de
equipos y/o en la acción tutorial). En ambos casos se establece una
dedicación para el desarrollo de esta función de dos horas
lectivas. ¿Suficientes? El tiempo y el desempeño en uno u otro
centro lo dirán.
Las
coordinadoras y coordinadores de igualdad y convivencia colaborarán
con la dirección del centor y con la Comisión de Coordinación
Pedagógica en la elaboración y en el desarrollo del Plan de
Convivencia del Centro y en la coordinación de las actuaciones
previstas en él así como de las actuaciones de igualdad referidas
en la Resolución
de las Cortes, núm. 98/IX, del 9 de diciembre de 2015.
Así
mismo, las dos resoluciones anticipan una formación específica que
se programará desde el Servicio de Formación del Profeesorado con
la colaboración del Servicio de Innovación y Calidad.
El
reto por una educación en favor de la igualdad de oportunidades
debería ser una cuestión de todo el profesorado, más aún, de toda
la comunidad educativa. El hecho de que esta gran responsabilidad
tenga una persona de referencia en el centro que dinamice la acción
de todos y de todas da prueba de su importancia. No obstante, el
desempeño de esta función, para ser significativo exigirá una
mayor concienciación dentro del centro educativo y una efectiva
formación en un campo que, por desgracia, ha sufrido altibajos y
periodos de desigual atención a lo largo de los años.
Porque
nos creemos esta formación, esperamos que venga para quedarse y para
construir una sociedad más igualitaria, donde los comportamientos
sexistas no sean manifestaciones del peso de una cultura patriarcal
sino excepciones que nos extrañen y contra las cuales toda la
comunidad escolar nos posicionemos en bloque.