Cada 8 de marzo se convierte en un día de reivindicación de una igualdad real entre hombres y mujeres, de eliminación de barreras y techos de cristal que no tienen ya ningún sentido, más allá de las incercias y del androcentrismo que domina nuestra cultura, nuestra economía y nuestra sociedad, aun en el marco de una pretendida igualdad de derechos. Y esta reivindicación sigue siendo necesaria porque queda mucho por hacer, mucha lucha por delante.
No obstante hoy me gustaría abordar esta celebración desde el punto de vista de la oportunidad. Tratar de ver en la dificultad, en esta situación injusta, una oportunidad de reflexión en positivo. Hay quien la destaca desde el punto de vista económico e incide en que la lucha por la igualdad puede ser un camino para ayudarnos a salir de la crisis (ejemplo) a través de un modelo diferente y un tejido de producción en la que las mujeres sean más protagonistas.
Creo que en el campo educativo esta lectura también es posible. Hace unos días, leyendo el trabajo de Daniel Gabarró ¿Fracaso escolar? La solución inesperada del género y la coeducación, me sorprendió una visión original sobre el éxito escolar a partir de un papel central del género. Desde el año 1977 al 2004 el porcentaje de mujeres de 19-20 años que obtuvieron la titulación de Bachillerato creció en 34 puntos, mientras que el de los hombres lo hizo en 18 puntos. Para el autor, esta diferencia tiene que ver con el género. Una acción de género que conciliara de forma decisiva masculinidad y cultura y éxito escolar tendría un efecto patente en la mejora de resultados. Puede que sea solo una hipótesis, pero hoy, inmersos e inmersas en la incertidumbre y en el pesimismo por numerosos motivos, me apetece pensar en oportunidades.
Gracias por citar este estudio mío. Invitar a las personas que lean el blog a leerlo: puede descargarse libremente de internet, así como también otros libros míos. Tanto desde mi web personal (www.danielgabarro.cat) como desde la web de la editorial (www.boiraeditorial.com).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de igualdad y de esperanza,
Daniel Gabarró
Gracias, Daniel, por tu comentario. Cité tu trabajo porque me llamó la atención su planteamiento y porque me parece lleno de positividad. Un abrazo
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