Los sucesos
del 3 de marzo en Vitoria-Gasteiz forman parte del imaginario
colectivo de la ciudad, de quienes participaron en la lucha obrera en
aquellos años de represión en el marco de un triste morir matando
de la dictadura franquista.
Yo era un niño de 5 años que vivía a
pocas calles de la iglesia de San Francisco de Asís, refugio para
trabajadores y trabajadoras, asaltada miserablemente por la policía.
No recuerdo apenas nada de ese día o de las semanas anteriores. Tan
solo un fogonazo en el que oigo decir a mi madre asustada, mientras
caminamos por las cercanías, en el mismo barrio de Zaramaga, al lado del edificio que aparece en la imagen, que nos
vayamos a casa.
Algunos, por desgracia, no
pueden recordar nada. El 3 de marzo de hace 42 años fueron
asesinados cinco obreros con total impunidad y decenas de personas
resultaron heridas por fuego real, a tiros de pistola y ráfagas de ametralladora. El tiempo no debería curarlo todo, no deberíamos
olvidar ni dejar de contar lo sucedido para que jamás vuelvan a ser
nuestras calles escenario de esta barbarie.
Pero ¿qué tiene que ver
todo esto con el objeto de este blog? Hoy, casi por casualidad, me he
encontrado con un enlace que reivindica el papel de las mujeres en
esa lucha, un papel anónimo, menospreciado pero imprescindible para entender esa fatídica fecha. Las mujeres que se manifestaron, que
representaron a la clase trabajadora, que organizaron cajas de
resistencia, que marcharon por el mercado con las bolsas vacías para
denunciar las necesidades de las familias como consecuencia de las
huelgas.
Os invito hoy a visitar la
página de la artista y activista cultural vitoriana Irantzu
Lekue, sobre todo, a quienes no hayáis nacido ni en ese lugar ni
en esa época. Refleja de forma visual y potente la fuerza de las
mujeres (Emakumeen Indarra) en uno de tantos momentos difíciles en
los que la dignidad se sobrepone a la propia dificultad.
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